
Segundo álbum de Jethro Tull. Un disco que todo dios tiene y que he estado revisando últimamente.
La primera vez que lo escuché yo tenía trece años. Lo trajo mi hermano cuando regresó de su estancia en Londres, junto a un puñado de tremendos Lp’s, y fue uno de los que más me impactó.
Los tipos tenían unas pintas de la hostia y hacían una música rústica, casi emparentada con oriente y el ambiente medieval, pero con mucha caña, nada parecido...