Pau Riba ¬ Jo, La Donya i El Gripau
Álbum de 1971
13 Temas. Tiempo Total 00:47:23
Comentario
Grabado en directo en Formentera, al aire libre
en la casa de Pau Riba durante octubre de 1971.
Asistente de Producción, Mario Pacheco
Fotografía, Ferran Freixa
Portada y diseño, Pau Riba
Intérpretes:
Mario Pacheco – Bongos, Maracas
Jordi Soler – Guitarra, Violonchelo, Kalimba
Martí Soler – Guitarra, Kalimba, Guitarra Afghana
Pau Riba – Guitarra, Ocarina, Guimbri, Ukulele
Xavier Riba – Violín
Composiciones de Pau Riba
Listado
01 - La Lluna, La Pruna - 03:44 min.
Composición Tradicional, Arreglos de Pau Riba
02 - Mesquinet - 04:39 min.
03 - La Marramua - 03:51 min.
04 - Mel - 03:04 min.
05 - Mama Nen - 03:30 min.
06 - L'avioloncel - 04:56 min.
07 - Donya Mixeires (Maquieres O No Maquieres, Taquiero Donya Mixeiro) - 03:24 min.
08 - Jo, La Donya i El Gripau - 00:43 min.
09 - La Vella Del Fons Del Pou - 05:04 min.
10 - Ora Catalina - 04:47 min.
11 - La Dansa De La Terra - 01:05 min.
12 - Llàgrimes i Petons - 05:56 min.
13 - La Lluna, La Pruna - 02:40 min.
Composición Tradicional, Arreglos de Pau Riba
13 Temas. Tiempo Total 00:47:23
flac ¬ 796 ¬ 286,56 MB
RipPor ¬ DarkMan
31-Ene-12 20:24
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Reseñas
Sello Edigsa – CPS 265
Formato Vinilo, LP, Album
País Spain Publicado 1971
Género Folk, World, & Country
Estilo Folk, Catalan Music
Afluencia de Pau Riba
Del rock romántico a la electrónica post-actual
ElPais.ComQuaderncat
https://elpais.com/diario/2006/11/23/quaderncat/1164246317_850215.html
23 Nov 2006 - 07:00 Cet
El Demonio Pau Riba canta bien y no desentona, tiene una voz a veces un punto agrietada y un punto, cuando quiere, de regadera, pero entona bien y le pone mucha intención; la voz tiene personalidad y él da mucho carácter a lo que dice, lo dice bien, sabe modular los matices o matizar las modulaciones... y los agudos los clava, a veces muy tensos o intensos, y cuando los grita, cuando les da volumen tiene mucha potencia, como cuando hace rebotar el última a de asesinato en la canción He asesinado mi amor, que se puede sentir en el Disco duro (1993). El anuncio de su primer disco, Taxista (1967), decía: "Tiene voz de regadera pero una regadera hace florecer todo un jardín". Y sabe ser dulce y frágil, si conviene, como en la última canción de Licors (1977), Orenella i Gladiol. Y tiene esa marca del artista que incluso una canción violenta y estremecedora como Asesinato, que hemos oído hace poco en directo, sea un placer escucharla.
Pau Riba es un músico y un aunador de experimentos musicales muy variados y diversos. No es provocador por el solo gusto de provocar, que también, sino porque dice y hace lo que le parece.
Tiene repertorio en directo funcionando con cinco formaciones distintas. El cantante Pau Riba escribe, por ejemplo, una canción hablando del universo, sobre el conocido tema del surgido de la nada, que tiene muy poco que ver con la Biblia de Yahvé o con el Dios de Santo Tomás y más bien tira a ninguna en la guerra de las galaxias, que en el caso de Riba no es una bronquina entre banditas de humanos perdidos por la naturaleza (estelar), sino una epopeya en la que los personajes son las estrellas, los soles, los planetas, las partículas elementales y los agujeros negros, como dice en el disco Cosmosoma (1997), de canciones de Pau y arreglos de Pastora.
Los humanitos no somos protagonistas pero sin embargo, hacemos un papel en esta historia: "Nuestro destino fue programado | dentro del oscuro código genético | de esta raza de titanes | que vive en danza con las estrellas" (en el contexto se entiende que tales titanes son los planetas), y fuimos creados para cubrir "la gran necesidad | que tiene la Tierra de conocer, | sin nosotros no existe | o no sabe nada de la existencia, | a través de nosotros descubre |de qué depende la independencia". La tierra es el gran tema, y nosotros "somos sus ojos y su espejo, | somos el grillo de la conciencia para ella".
Esta visión o idea es central, y no sólo en la obra de Pau Riba, lo es en el mundo de hoy en nuestra situación moral y cósmica de vida o muerte. El Cosmosoma, que no es de ciencia ficción, sino de mitología ficción (o no tan ficción) galáctica, comienza con una cita de la Balada Del Zapatero De Ordis, del gran poeta ampurdanés Fages de Climent (1902-1968).
El fabricante de canciones Pau Riba tiene una manera trovadoresca y muy suya de tocar la pera en las palabras, de inventar señales (nombres nuevos para llamar a las enamoradas), de encontrar entremezclados dementes de palabras cercanas o remotas.
En muchas de sus canciones, y de sus poemas, hay verdaderos descubrimientos de los juegos que las palabras mismas se juegan entre sí.
Un solo ejemplo: el libro que recoge las letras de canciones que tenía escritas hasta el momento, en 1997, se llama Lletrarada. Esta pasión por la fonética y por la morfología, siempre persiguiendo y encontrando el sentido (porque lo que escribe, incluso si en algún caso roza el absurdo, siempre tiene sentido), la locura por el lenguaje, para ver si el lenguaje nos puede explicar o aclarar algo, le ha llevado a publicar interesantísimos trabajos de etimología, parte de los cuales se encuentra reunida en el volumen Al·lolàlia, publicado por Proa en 1999, donde muestra nuevas maneras de descubrir el origen de muchas palabras y expresiones.
Si Pau Riba ha saqueado y sacudido la fonética del rock, la del folk, la de la canción (tradicional y no), la de la poesía pura y la de la prosa (desde la novela hasta el ensayo político), es porque le interesa la fonética del amor, y por eso le preocupa la fonética de nuestro destino, del vivir y del morir, del nacer y del crecer y del tener hijos. Y "fonética" lo digo en el sentido amplio ¡desde lo más simple, ah, hasta los rompecabezas más emocionantes del significar!
El escritor Pau Riba no se pasa el día sentado en la mesa de escribir: es hombre en cierta medida, y en su modo de acción y su acción se nota. Pau Riba no es provocador por el solo gusto de provocar, que también, sino sobre todo porque dice y hace lo que le parece que debe hacer e, inevitablemente, a menudo, rompe las previsiones de los organizadores, revienta la burbuja del público y despierta con escalofríos el sopor de los mundos político-culturales, que sin embargo no cuidan y enseguida vuelven a hacer piel muerta, porque les interesa más la insensibilidad. Pau Riba, provocador infiltrado en el mundo del espectáculo, monta números que producen extrañas urticarias y canta coñas que irritan a unos y escandalizan a otros.
Una de las más sonadas fue en el Canet del 77: con un solo tema de más de media hora, el poema casi épico Astarot Universdherba, tres músicos y un narrador (los Perucho's y Pau Riba vestido de gala con una capa de alas de gallina) organizaron un cacao descomunal de gritos y de ruido que rozaba el umbral psico y audio de lo soportable, si tenemos que hacer caso de los comentarios de la época.
Pero si lo escuchamos hoy, en la espléndida edición que se ha hecho a los veinte años, en 1998, en la discográfica G3G (que funciona con distribución vanguardista y ya tiene un catálogo muy considerable), resulta que no es más (¡ni menos!) que una obra de arte: un poema grandioso dicho o vomitado por Pau Riba con la ayuda de los Perucho's (Oriol Ponsdevall alias Gínger en el saxo, Jordi Graells en la guitarra eléctrica y Oriol Perucho batería, y faltaba otro saxofonista, el pintor-poeta-músico Albert Subirats, que aquel 30 de julio de 1977 estaba, contra su voluntad, haciendo el servicio militar).
LosTresDePau
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