
Strange Fruit
Me inventaría mil y una historias sobre una voz susurrante que desafía al odio relatando la fantasmagórica visión de cuerpos carbonizados, oreándose al sol entre dulce olor de magnolio, sacrificados en aras del Dios de la Estulticia.
Me agradaría recrear una voz femenina que fuese desgranando tal terrorífico escenario, erigido en loor de Doña Intransigencia...