
DesalientoEn la Dirección aguantaron carros y carretas. Entre hostias sin consagrar Santiago, el más joven, aislado del resto. El cuarteto de mús, tras la puerta de la celda comunal, intentando animarle a gritos para reforzar voluntad.Santi manejó sus ganas de asaltar el rancho que le ofrecían durante tres días, tres noches, tres horas . . . El hambre derrumbó su determinación y confesó todo lo que le pusieron delante, lo...