Ni siquiera estoy seguro de si es mayor la perplejidad o el estupor; siendo por éste, tal vez uno termine catatónico perdío ¡ójala! Lo que veo me asusta, lo que siento sobre lo que veo me provoca angustia y cuando la adrenalina circula, el razonamiento crítico ensombrece por necesaria celeridad de reacciones. Y crece en violencia, verbal seriando hacia física; centrífuga, antisocial. Un peligro, pero por más que le doy vueltas a mi reacción, sigo sin entenderlo.
No entiendo qué lleva a cuatro chavales de entre 14 y 16 años, en horario de salida del instituto, a acosar a un sexagenario con técnicas de bulling homófobo. En pleno muermo de epidemia, algunos de los futuros ciudadanos disfrutan acosando al prójimo a causa de su propia crisis de identidad sexual. Supongo que ignoran que se les pasará, que tan solo es cuestión de tiempo. Espero que nunca crucen el punto donde no hay marcha atrás. ¡Qué lástima de chicos, lo siento mucho!
Lista de reproducción aconsejada Perplejidad - 100 años de Charlie Parker
100 años de Charlie Parker
Kansas City, 29 de agosto de 1920
Nueva York, 12 de marzo de 1955